La Gruta Nuestra Señora de Lourdes, ubicada en Caldera, fue iniciada en 1934 por el Padre Crisógono de Sierra y Velásquez, conocido como el “Padre Negro”. Aunque el sacerdote falleció en 1945 sin completar la obra, el lugar se ha transformado en un importante sitio de peregrinación y devoción popular, especialmente cada 3 de julio, cuando se realiza una romería en su honor.
El templo destaca por su arquitectura en piedra, sus pinturas interiores y su fuerte valor simbólico para la comunidad local.