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La Gruta Nuestra Señora de Lourdes, ubicada en Caldera, fue iniciada en 1934 por el Padre Crisógono de Sierra y Velásquez, conocido como el “Padre Negro”. Aunque el sacerdote falleció en 1945 sin completar la obra, el lugar se ha transformado en un importante sitio de peregrinación y devoción popular, especialmente cada 3 de julio, cuando se realiza una romería en su honor.

El templo destaca por su arquitectura en piedra, sus pinturas interiores y su fuerte valor simbólico para la comunidad local.

En 1925, el Padre Crisógono de Sierra y Velásquez, conocido como “Padre Negro” fue trasladado a Caldera.
Con ayuda de vecinos inició la construcción en 1934 del santuario que denominó Gruta de Lourdes.
El sacerdote falleció en 1945 sin ver finalizada la obra. Desde entonces, la capilla pasó a ser conocida como la “Gruta del Padre Negro”.
Cada 3 de julio se celebra una romería y procesión en su memoria, desde el centro de Caldera hasta el templo.
En 2008 se intervino el entorno con la construcción de una explanada, una plaza dura y senderos en hemiciclo para recibir a los peregrinos.
El sitio se ha transformado en una animita popular, con ofrendas, placas, velas y mensajes escritos en sus muros.
Edificio de líneas rectas y factura en piedra canteada, visible especialmente en zócalo y basamentos.
Presenta subterráneos actualmente cerrados y accesibles por escalinatas laterales deterioradas.
Segundo nivel elevado, correspondiente a la capilla, con acceso mediante escalinatas al sur.
Vanos de arcos simples de concreto y una cruz sobre el edificio que rompe su diseño cuadrado.
Restos de vanos cerrados indican modificaciones posteriores al diseño original.
Interior con nave central y bóveda de cañón cruzada por vigas estructurales.
Muros y cielo interior decorados con pinturas realizadas en 1978 por el artista autodidacta Luis Enrique Cerda, restauradas por él mismo en 1995.
Las pinturas representan escenas de Cristo con los Apóstoles, la Pasión y la Resurrección.

Uso Actual

Funciona como santuario y sitio de peregrinación popular, es un espacio activo de devoción y culto a la Virgen de Lourdes y al Padre Negro. El altar con el busto del padre Crisógono es un punto central de ofrendas y agradecimientos.

La plaza aledaña, llamada Plaza Padre Negro, cuenta con áreas verdes, juegos, ciclovía y sirve como acceso principal al recinto.

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